viernes, 9 de enero de 2009

¿Qué le pido al 2009?

En un alarde de ingenuidad propia de la infancia, cuando termina un año y da comienzo otro nuevo, inundados de ternura y amor fraterno, pedimos que los doce meses que empezamos a estirar nos traigan a todos paz, felicidad, salud...Se me antoja que es mucho pedir; que no, que de todo eso habrá algo, pero también, por desgracia, de lo contrario. Entonces ¿por qué en vez de pedir y desear imposibles no nos comprometemos a realizar acciones sencillas que ayudarán al cumplimiento de aquellos utópicos grandes deseos?
Por ejemplo, cosas que podríamos hacer el nuevo año:
  1. No amenaces a tu hijo para que te solucionen tu problema con falsas intervenciones de terceros: que viene el guardia, que te castigará el maestro, que si no eres bueno te ocurrirá esto o lo otro. ¿Cómo reaccionarías como padre/madre si se cumplen tales amenazas con tu churumbel?
  2. Respeta las filas para subir al autobús, para entrar al cine o al teatro. Hay gente que lo hace y no es más tonta que tú, listillo.
  3. Métete el móvil donde te quepa, tal vez en el bolsillo. Ya sabemos que tu móvil hace de todo, (menos dejarte pensar). ¡Y no tengo ningún interés en saber qué vas a comer hoy!
  4. Si al hacer botellón o mogollón nocturno molestas al vecindario, piensa, si eres capaz, que estás jorobando la paz de mucha gente. Sí, feliz año nuevo. ¡No te jode!.
  5. Voy tranquilamente por la acera de cualquier calle, sin molestar a nadie, pensando en el feliz día que me espera. A lo lejos oigo una especie de traqueteo cada vez más intenso. ¿Se acerca un tren?. No, es la mochila de de un colegial cualquiera que se desliza por la acera con infernales rodamientos. Queridos padres, quiero tener un día feliz.
  6. Otra vez, querido neófito padre, puede que a ti tu hijo nunca te moleste. Pero si tu entiendes que todo vale en pro de la libertad, piensa que a veces tu querido vástago está con otros queridos vástagos en lugares donde hay que marcar los tiempos: ahora reimos, ahora trabajamos, ahora...En estas situaciones, tu hijo no tiene la culpa, pero molesta. Entérate.
  7. Es costumbre en algunos hogares saludarse al levantarse, ¡buenos días!, despedirse al ausentarse, ¡hasta luego!, pedir las cosas por favor...Es sabido que las personas que así actúan en su casa lo hacen también en otras situaciones. Y predisponen a uno a dar lo mejor de sí.
  8. Basta ya de quejas. Échale un vistazo al mundo, a ver si luego te atreves.
  9. Las ideas casi todas nacieron buenas, las han ido contaminando quienes se aprovecharon de ellas, para hacer negocio o usarlas en su beneficio. Descubramos a los que nos pretenden manipular. Desnudemos los adoctrinamientos. ¡Viva el libre pensamiento!
  10. Este país en vez de psiquiatras tiene bares. Un pueblo sin bar es como la poli local sin dobles filas. Pido a los gobiernos, ahora que lo tienen que rescatar todo, que rescaten esos centros sociales rurales que son los bares. ¡Que levante la mano quien no haya disfrutado de algún ratito de felicidad en cualquier taberna a lo largo del año que acabamos de encarpetar!