¿Cómo transformar la información en conocimiento?

Cualquier estudiante o lector se da cuenta cuando una lectura o una clase le ha llevado a construir conocimiento o simplemente, en el mejor de los casos, a recordar ideas sueltas, inconexas,que ocupan un espacio en nuestra mente -tal vez hasta el examen- pero que no aportan nada. Es sabido que para que se produzca conocimiento personal deben darse tres condiciones: que las nuevas ideas que recibimos encajen en nuestro estructura mental (la importancia de las ideas previas) , que se produzca debate, discusión, interacción o colaboración con otras personas inmersas también en el proceso de aprender y un esfuerzo personal de enlazar lo que ya sabía con lo nuevo.
Viene a cuento esta reflexión porque tal como afirman Carlos Castaño y otros en su libro "Prácticas educativas en entornos Web 2.0", no podemos perder de vista que información no es igual a conocimiento. Citando a Martínez (2005)y refiriéndose al uso de las TIC en la escuela dice:"...pulsar iconos no es sinónimo de interactivo; la interactividad no está en el click, sino en el think (pensar, en inglés). O sea, que podemos introducir las TIC en el aula únicamente como potentísimo medio de información, infinitamente más y mejor que el libro de texto o/y para, además, construir conocimiento. ¿Cómo? Provocando el análisis de los sitios visitados, procurando la interactividad colaborativa y, sobre todo, animando a que la Red sea más rica gracias a la aportación de cada uno. Sin duda, la llamada Web 2.0 está llena de posibilidades. Nuestra labor como docentes debe ser, pienso yo, devanarnos el magín para que nuestros alumnos saquen provecho de las herramientas 2.0. Parafraseando a Martínez, que La Red sirva no sólo para tontear, de vez en cuando no está mal, sino, sobre todo, para thinktear.